viernes, 10 de diciembre de 2010

SOMETO 3

Denodado
¿Qué me has hecho?

En la costra de la tierra, por el océano, pero que arista. Antes de.

En azabache y en canela, india del trigo. Me ríe.

Ensueño. Me ve.

Escribe.

¿Where are you been?.

¿Qué me ha despertado.?

lunes, 22 de noviembre de 2010

SOMETO 2

Cuculí

No me despiertes. Ya no, mañana de las Ponciana.

No hagas repujes en las fibras de mi peto con tu yugular filigrana. 

Aleja de mi corpóreo, la sombra azul de tus ojos y la pena me dice que cantas el yaraví.

He tenido miedo en solsticio, concatenado mas amarillo sobre las mañanas de diciembre.

Y mi voz ya no habla y aborda el aumento del no oír y tu timbre.

Tu canto me recuerda a que pronto amanecerá.

martes, 14 de septiembre de 2010

EL INSTANTE (RELATO)

En el medio de la noche Jean Paul caminaba por la avenida atestada de sociedad. Los audífonos que silenciosamente emitían un sonido distanciaban, cuando te cruzabas con el, en que estaría pensando.

Volátil y parece que algunos se mueven o se guían por esta música; los chiquillos siempre se mueven según el “dance, dance, dance, dance, dance to the radio” que decía el post punk de Joy División en la transmisión externo, medio e interno.

Se cruza con unas chiquillas que dejaron de ver el escaparate de hombres y mujeres de altura no promedio, de tez rosada limpia, cuerpos delgados finos y en su punto, a pesar de ser de plástico cobran vida en quienes fijos se quedan mirando. “Presentí que una de ellas nos miraba pero no es cierto porque nosotros miramos de frente, otras veces la arrastramos desde nuestros pies, hasta lograr con otros ojos”.

“Nos ponemos la capucha, siempre nos ponemos la capucha del abrigo. En un momento indeterminado nos llamaran, tendremos que mirar, reírnos y saludar. Comprometernos. La capucha tapa los lados de nuestra cara y nuestra visión solo es un rectángulo con uno de sus lados menores terminando en el suelo y el otro hasta donde levantemos la cabeza”.

“Siempre nos miramos: la cara, la cabeza, los brazos y no olvidemos las manos”.

A donde ira Jean Paul?, girar o voltear en cualquier esquina; alguien repite su nombre en estos momentos y no quiere darse cuenta, el volumen esta muy bajo por que aún se escucha los mínimos decibeles de un tono de voz grave, pero es el respeto el que le hace volver la mirada, entonces se ríe y saluda, pero sigue avanzado. No se detiene y no lo piensa hacer.

Esa mujer con la que se va a cruzar parece escuchar el “dance, dance, dance, dance, dance to the radio” también, está adquiriendo más información en la transmisión externo, medio e interno.

“Entonces, sí que miramos”

Emite otra onda sonora a sus oídos, se detiene y sube el volumen escandalosamente. Le está mirando ese niño que en hombros el padre lo lleva, salen de todos lados Jean Paul, a tu encuentro y te miran detenido, esto no es normal, a la gente normal no le gusta detenerse. Se escuchan cláxones, los gritos de vendedores, las luces de los avisos, las bolsas de compra y más risas de satisfacción.

¡Se ira de aquí, Jean Paul, se ira al paradero!, subirá al carro y se sentará en un lugar incomodo, va a respirar el smoke hondo y difuso, arrojará papeles por la ventana, tendrá una discusión con el cobrador por su mala matemática y su insistencia. Llegará a casa y no será amable, va a clausurar la puerta de la habitación con seguro, encenderá la radio y la va a modular en algún buen sonido seguro, maquinará en tener vicios, sí, eso estaría bueno: cigarrillos, drogas, “no, creo que no, fumar no, nos haría daño y fumar es dañino para nuestra salud, además no podemos fumar en publico, tenemos que cambiarlo por alcohol y por algún prostíbulo que acepte nuestro sueldo”, o quizás se suicide con el aburrimiento o se quedará mortalmente aburrido. Y en los periódicos, de esos que sirven para envolver el pescado bien despachado, publicaran su deceso confundiendo el amor, los estudios y el trabajo.

“Ojala podamos llegar temprano, pero las combis están llenas y ese grado de incomodidad no nos agrada, pero tenemos acostumbrarnos a eso que no podemos soportar”.

Camina un poco más. Cada paradero es distinto, todos tienen miedo y se les ve en la cara: las mujeres sujetan fuerte sus bolsos y algunos tipos que no tienen la espalda o el tórax andino están toqueteándose los bolsillos, conjuntamente con el resto, para no ser sorprendidos. Espera.

“No te preocupes, algún día llegaremos bien”.

Sí, tienes razón.

domingo, 12 de septiembre de 2010

SOMETO 1

El cascote


Tapiado un rincón frontal y lo que mostraría para bien una ventana, está tapiada.

Libre el lacayo de la mata con su color que la deja morir en el descuidado jardín.

Encendido los vatios.

Hacia la piel entre trigueña y amarilla; en el tapiz de marfil opaco parecíamos escondidos, cuando ni el reojo aparecía.

Ella es todo y ella esta ahi en el cascote que esta limpio y esta lejos y esta bien.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

NO TE MUEVAS (ENSAYO O LO QUE DURE LA FOTOGRAFÍA)

Es una maquina del tiempo que imprime sobre el papel los años, tiene una garganta y rayos de luz que emana desde su esclerótica de vidrio. Compuesta por millones de partes inmortales e implícitas. Objetivos y análisis que permite recoger con lucidez planos y llanos. Tramontana es el viento de la locura que no se puede ver dentro de la caja porque solo recibe un rayo lúcido. Este hombre me asistió en el sacramento del bautismo; toma su posición: quiere ponerse de rodillas pero no lo hace, se queda en el medio de su descenso y nos distribuye. Ese armatoste no lo puede manejar cualquiera, se necesita fruncir el seño y tener don de mando, se necesita ser un director y decorador, saber de iluminación y distancias, del astro rey y colores mil. Un suicida por el buen gusto. Este hombre conoce el arte de arrancar sonrisas de las ánimas, desde el osario más hondo o más díscolo.

Es una Nikon F3, color negro, diseño de uso natural de los años 90; perdió vigencia porque la tecnología es una constante piedra rodante. No es negativo, son cuadros transparentes, que los solares pedazos provenientes del espacio exterior tratan de revelar; no son retazos de un material inflamable o peor aun explosivo, no es toxica su preparación, no, no lo es; solo necesita una habitación oscura, pinzas, líquidos nocivos si se ingieren, pero no podemos echar a perder nuestro proyecto de darle permanencia a nuestras imágenes, al cabello y a las bocas haciendo gestos y vocalizaciones. No todo esta perdido si no te mueves, no, no te muevas, no hagas suspiros, es mas no respires y deja que este hombre te complemente. Te hará un disparo, explotara la luz sobre tus ojos, caerán unos bastones y se tumbaran unos conos, reaccionaras luego de segundos y todo estará bien, podrás acercarte para que veas si quedaste bien, pero no te preocupes tengo muchos disparos que darte hasta que todo este bien contigo, pero eso no es nada en comparación a tu eternidad.

Podrás llevarte contigo y mostrarte a todos como eres en la perennidad y “volveremos a repetir una vez mas de nuevo” el mismo proceso químico de remojarte, dejarte secar y ver románticos como te aclaras; se notaran primero tus bordes y tu contexto, luego tu cabello y tus colores; sobre todo, creo que no todo esta perdido, lo que no provee tu naturaleza, la tecnología lo hará.

Cámaras réflex, cámaras de rollo de 35mm o de uso manual, han quedado sin ventaja y en su totalidad desplazadas, el enfoque manual ya no existe porque ahora es automático, el lente se bifurca en rapidez y precisión; todo esta perdido para la agilidad y el juicio de arquitecto. Electricidad, por que la alcalina contamina, memoria de capacidad considerable, por que lo máximo es llevar uno de 36 y 36 veces ya no es suficiente. Te puedo adaptar y te puedo acomodar, con poca autoridad y discreción, ya no importa, has lo que quieras, te atraparemos en el aire y esta vez podrás moverte y dar todas las maromas necesarias. Hay mucho más en donde apretar y viene con manual para “dummies” como nosotros. La Nikon se ha guardado en una teca “Suite Antique” y con ella su correa, un brazo que acompañaba al flash y accesorios. Quedaran las nostalgias, adheridas sobre fibras vegetales secas y duras, que se despintaran con el tiempo y quedaran todas parecidas al sepia.

domingo, 8 de agosto de 2010

Un descanso medico por favor (CRONICA)


Mamá me enseñó que no debo de mentir, que no es necesario, que no sirve de nada, que no justifica los medios y altera todo producto, que del libre albedrío depende. Mamá perdóname, pero he mentido y lo puedo justificar.

Es un temblor suave que sobre mis párpados cae y cae sobre mis ojos, terrible, y se expande sobre mi cuerpo. Me acomodo en el respaldar de la silla giratoria, estiro mis piernas e inclino la cabeza hacia atrás y empieza el lento derretimiento de células y músculos. Un compañero de trabajo me despertó por que la supervisora se acercaba; no pude más, me levanté y me le acerqué, “Rosa no puedo, me estoy quedando dormido, es que el día de ayer me amanecí”. Era mentira, en verdad estaba cansado y del mismo trabajo de siempre una vez maá, “te traigo un descanso medico”, Rosa acepto y me fui. No aguanto mas este trabajo.

Llegué al Hospital Mariano Molina Scippa de Essalud, que como otras veces me da esa misma sensación de muerte prematura, de aciago camino, de lóbrego proceder. Todo aquel que viene, no quiere volver más o parece que todos morirán pronto esperando a que llegue el mes de su cita. Esta muerte conspira y se quiere llevar a todos a tropel, y mete a todos en una habitación de paredes blancas con pocas sillas de espera y todos a empellones se quieren sentar. Largo tiempo, largo tiempo el peruano gimió.

Hay una sala de espera condicionada en el patio del hospital, numerosas sillas de color azul profundidad del océano; soy el cuarto de una fila. El señor que está a mi diestra, es de la tercera edad o no se de qué nivel; tiene el rostro muerto, y los ojos queriendo morir también, las manos secas y burdas, una cantidad extraordinaria de cabellos blancos y otros mas que pueblan su quijada y que forman un bigote mal cortado por el olvido y mal cortado por la pena. Las personas avanzan de asiento en asiento, como si los males de emergencia se pudiesen atender así de rápido, tan rápido que las personas solo parecen entrar para recoger el ticket de atención. Es mi turno para ser seleccionado y clasificado según la prioridad de mi emergencia.

- Tengo un dolor de cabeza desde el día de ayer y me duele la nuca también.
- Desde cuando, me dice mientras registra en un gran cuaderno de hojas grandes, los datos que están en mi  D.N.I.
- Desde ayer en la noche, no he podido dormir, y sólo tomé un Doloflam.
- Toma saca tu ticket en emergencia.

Me entregó un papel que decía “Emergencia”. Logré el primer objetivo. Ingreso a lo que vendría ser la sala de emergencias, el guachimán (watchman) me abre la puerta, se le nota la panza abultada por debajo de la chompa marrón, está bien afeitado el tipo, me parece que esa sonrisa nunca se le borra de la cara y utiliza mucho el diminutivo y afectivo de "madrecita". Formo mi cola para que impriman el ticket de atención por emergencia con un doctor de medicina general. El Doctor de Medicina General es el segundo filtro de selección y clasificación, es un tipo muy ducho, conoce todo lo que tenga que ver con emergencias y lo diferencia de la palabra urgencias, discierne objetivamente una emergencia de otra, hace preguntas y ausculta sabiamente al paciente para otorgar, de ser necesario, un descanso medico. Mí descanso medico.

Creo que me he equivocado y he formado cola para ver al pediatra. Es una fila terrible, todas las "madrecitas" de Comas se conglomeran en esta formación de lágrimas, berrinches, pataletas, baberos, biberones y tetas. Una niña llora del aburrimiento y la "madrecita" arremete contra el llanto y le da sobre la mano un castigo maternal con la mano. Padres de familia que ahora toman la posta de darle en brazos comodidad y felicidad al bebe, que del puro crecimiento y desarrollo se enfermó. Se pasean, hacen sonidos con la boca como si quisieran espantar el llanto, al aburrimiento y al cuco que trajo la enfermedad. Otros que no pueden con su paciencia hacen bilis y fruncen el ceño, hablan fuerte con la "madrecita" que no entiende; balbucean probablemente groserías, se turnan la formación y se turnan los brazos para el bebe que llora por la urgencia.

La habitación donde atiende el pediatra esta cerca de la ventanilla de donde se saca el ticket para la atención, y esa organización incómoda es la causante, que ambas columnas concurran en un punto que provoca desorden. Le entrego mi D.N.I. a la señora que atiende en la ventanilla, luego me dice despectivamente "póngase para acá”, con la palma de la mano golpea la mesa y dice un poco fuerte y un poco insistente "D.N.I. !!!" inclinándose y mirando por sobre los lentes; una señora que de pura curiosidad se distrajo mirando quien iba y venia, alteraba la función de la señora de la ventanilla. Me entregó mi papel, que entre otros datos personales decía: Consulta - Emergencia.

Entro al cuarto de atención para sólo emergencias. Esta nueva sala de espera tiene solo cinco sillas y somos cuatro personas las que estamos sentadas, y tres paradas en estas cinco de la tarde.

El padre está en una silla de ruedas, el hijo lo espera detrás, hasta que les toque el turno de entrar, el padre se agarra el estomago y se queja entre dientes del perenne dolor; el hijo se acerca por detrás de la oreja y lo alienta a soportar un poco mas, "ya nos van a atender, papá", el padre abre y cierra los ojos pidiendo que esto se termine de una vez o que sea solo un mal sueño, una pesadilla en donde ya aprendió la lección, pero el dolor sigue, se acomoda en la silla, no se puede poner derecho; el hijo esta detrás y le pone una mano sobre el hombro y aprieta fuerte, el padre responde poniendo encima la suya, luego la retira para seguir sobándose por sobre la ropa y debajo de esta, para que ingrese el calor que adentro no tiene y parece que el frío de Julio congela sus intestinos y le da mas calor sobando efusivamente, parece que el dolor disminuye porque las cejas retoman su posición normal y los ojos dejan de ser oprimidos, pero el cuerpo le miente y vuelve nuevamente a arremeter contra él.

Era un pura sangre, indomable, imbatible, un dandy de los años 60 sentado a mi derecha. Parece no poder articular palabras: está severamente abrigado con una casaca que parece doblar su diseño original, tiene una bufanda hasta las narices, y en cima un gorro que le tapa las orejas. No puede caminar bien, arrastras los pasos; una mujer que le dice: "papá siéntate acá", lo lleva del brazo. No puede con su peso, hace un esfuerzo que se escucha claramente, ese sonido que sale da miedo y da en el alma mas onda; junta las manos en posición contrita, su mirada apunta a un lugar fijo en su recuerdo, que se refleja en el suelo; pregunta "quién está atendiendo?" y suena a pena porque parece que le da pena que no puedan con él, que no puedan con un mustang.

Sentada a mi izquierda se ha quedado, la bella durmiente de la sala de espera de emergencias, tiene el cabello que le tapa la cara, y la cabeza apoyada sobre la pared en que se apoyan también, este grupo de sillas, tiene los brazos cruzados a la altura de su pecho y el movimiento rápido de sus ojos indica que esta profundamente perdida en el mundo de Morfeo. Esta mujer es muy hábil, duerme profusamente y se despierta improvisadamente para saber si es su turno; lo tiene todo calculado.

Una abuela, una madre y una hija, pero solo son dos; es demasiado hermoso y da mucha tristeza; un comentario apenas articulado, dijo:"ella es la mamá y ella es la hija", no trate de adivinar, pero asumí que quien no se podía sentar y caminaba apenas era la madre y, quien se quedo parada al lado, con los brazos cruzados y preguntando cual era el nombre del doctor era la hija. La madre tenía una sonrisita que en sus años de princesa ha de haber sido la más rescatada y la más pedida en toda la comarca. Por El Toboso y La Mancha os juro que es cierto. Flaquita, el cabello corto, ondulado, de falda y chompa de color celeste, así estaba la princesa de humilde tamaño, que llega a los hombros de la hija. Ella tiene el cabello de color castaño queriendo ser rojo y está muy iluminado, tiene la piel mas clara y pecas marrones que parecen botones, adornan su tegumento, que se logra ver apenas, tiene puesto ropa que combina con el color de su cabello corto; está molesta la hija, conversa y pregunta quien es el doctor, algunos se miran y solo mueven la cabeza intimidados por la pregunta.

Entra en el acto un tipo feo, el rostro es de odio, de rabia o solo es así; en una de sus manos sujeta unas hojas y en la otra un lapicero y todo lo lleva con la misma cara, la misma cara color de canela, canela mal sembrada, sembrada en la oscuridad y en luna llena. El doctor no pide permiso y solo camina tratando de no pisar a nadie, mira su camino y mira a donde se dirige y detrás, una señora que entra con él y junta la puerta, "ese doctor tiene cara de malo", dijo de pronto la bella durmiente. La hija vuelve a pedir el nombre del doctor; una señora que en la puerta del consultorio espera, se acerca, empuja la puerta, interrumpe y le preguntan el nombre y pregunta de nuevo y otra vez con mas fuerza de voz, porque el doctor o no escucho o le interesa un bledo quien llama, pero la señora lo consigue y responde "se llama David Toledo"; el mustang indomable responde desde su osario: "Toledo, no es familiar del otro", su hija que esta frente a el ríe, y una señora que apareció también ríe y la hija y la madre también; son solo segundos inefables, segundos contra la resignación y nadie mas ríe, ni siquiera yo.

La hija que ha llegado con ganas de malhumorar el ambiente empieza con sus radicales libres: "ellos atiende por atender", "mucho se demoran, si esto es una emergencia", "para eso les pagan, no trabajan gratis", "que mala atención por dios", "debería de apurarse o sino que venga otro doctor". Dijo otras más que no recuerdo, que no recuerdo adrede.

Es mi turno, apago mi voz y me preparo; junto la puerta, no me dice nada, ni si quiera "tome asiento", termina de hacer un registro en el mismo cuaderno de hojas grandes, me pide el D.N.I. y tomo asiento, me pregunta que es lo que tengo, le digo que me duele la cabeza desde el día ayer y que me duele la nuca; no se si mi rostro reflejaba aflicción pero eso intentaba, pero aun así ni con la mejor actuación del mundo, ni emulando a Giovanni Consiglio "Pagliacci", se podría conmover a este cara de diablo. Termino por decirle lo que tengo, me escucha atentamente, entonces su rostro me parece una fachada, una careta que encubre su verdadera intención, se pone de pie, me dice que despeje mi brazo, saca sus aparatos para medir la presión, mi dolor imaginario es en otra parte, pero el es el doctor y de medicina general, conocedor de todo un poco; ajusta la válvula y empieza a bombear aire, suelta el aire y mira su reloj y la válvula, retira sus aparatos se sienta y no me dice nada, se sienta saca unos papeles, uno de ellos dice "Receta Medica Múltiple", le digo con voz sumisa mientras escribe, "usted cree que me pueda dar un descanso medico, es que el día de hoy tuve que pedir permiso en el trabajo para poder venir", "no, (me interrumpe) no amerita un descanso medico, tu no tienes otra cosa que estrés y cansancio"; este tipo me da miedo, es un brujo desgraciado, adivino exactamente lo que me pasaba, pero reflexione en mi objetivo, "pero es que he pedido permiso en el trabajo y no quiero que me descuenten", "no te voy a dar el descanso" sentencio; eres un cara de diablo dos veces, solo lo mire y salí con otra velocidad, no podía hacer nada, no tenia un plan B. No me di cuenta de quienes quedaban ni me interesó; salí y la luz de las doce y cuarenta, nublada y terrible, mire el papel: la firma y las pastillas, la hoja blanca y las letras negras, con las dosis y el sello del diablo.

Paro la mototaxi, me subo y le digo que me lleva a la avenida; no pienso regresar más a este lugar, me rindo, a finales de este mes renuncio.

viernes, 2 de julio de 2010

DEL CREPUSCULO AL AMANECER (CRONICA )

1ER CAPITULO - La Salida

EL trabajo no debe de ser cansado. Estoy convencido que debe de ser esa actividad gratificante que me dignifica, que me hace sentir recompensado por lo que hice durante 8 horas laborales. Odio mi trabajo.

Llego a casa otra vez y es otra vez lunes, las lentejitas de la suerte delataron lo que queda del lunes y una nota de mamá, para esta media noche, que no es media noche a falta de solo 10 minutos; "Ahí esta tu cena, come todo y no te quedes hasta tarde, mañana tienes clases": mamá si supieras que ya comí en la calle, no me gustan las lentejas y tengo cosas que hacer que me harán llegar a clases tarde. Todos duermen y la oscuridad de las otras habitaciones adorna la luz de esta cocina. Suenan las piedras rodantes y me dicen "Hey tu, bájate de mi nube", con estos ringtones dan ganas de no contestar. "Voy a tu casa dentro de media hora" me dice. Voy a mi habitación y me tengo que alistar, me siento en medio de la cama y miro el reloj que como otras noches me señala con sus manitas lánguidas en la misma posición y en la misma dirección. Algún día se me ocurrirá cambiarle la pila. Me quito todo lo que me incomoda y lo que no me servirá para la nocturnidad. Me desvisto y me visto con lo más cómodo: unas zapatillas no condicionadas para brincos o trotes, un buzo de color negro, una sudadera y una chompa con capucha. Doy un salto mortal o lo que me provoque la modorra que experimento, que sobre mis escleróticas empieza a adormecer. Me parece escuchar una voz y creo que son las sábanas de esta selva, que entre cuatro paredes se un yergue como un tigre de véngala que yace sobre mi lecho. Es esa canción otra vez sobre mi cabeza. Dejo de mirar y cierro suavemente para no despertar a nadie.

Suena el timbre de la puerta, cojo las llaves, unas monedas y una botella con agua. Nos damos el clásico apretón de manos; la sola mirada cómplice de amigos indica que es la hora. "He empezado a salir todas las noches" me dijo la semana pasada, "Unas 20 vueltas alrededor y me quito".

Hoy seremos dos noctámbulos anónimos cubiertos del negro crespón, y estas luces amarillas, que parecen perder luminosidad, serán el sendero que nos llevaran a la plaza mayor que queda frente a la municipalidad de Comas, centro de acopio de deportistas empíricos y tercos convencidos, que buscan recorrer en un maratónico, el cuadrado desnivelado con dos de sus lados paralelos rectos y los otros lados convertidos en subida y bajada en la ruta de darle la vuelta. lo que en el día no se logra con los pregones y fritangueras, motos torito y lanchas modelos Chevy de 4 puertas, se logrará en este cuarto menguante.

2DO CAPITULO - La Llegada

A dos cuadras de distancia se puede sentir el sonido de la tierra, provenientes de una maquina que por sus parlantes, le pone color a estas insípidas horas. Danza que hace remolinos con el cuerpo y va hacia él, cuerpos que adornan con sus brazadas el aire, para que expandan sus aromas de capulí. Tienen el cabello largo como me gustan, unas ropas muy bien pegadas, que si no fuera por la luz y por que no traigo lentes, juraría que es su propia piel. Se detienen. Sopla el frio y abre un forado en la ropa, pero a eso nadie le importa. Ahora son ellas en el medio de la plaza conversando y secando el sudor adolecente, sujetando los cabellos que se fugaron de su encierro, hacen bromas y hacen risitas, provocando cosquillas finas en los jóvenes rapaces. La plaza es toda suya y hemos llegado en un buen momento, para ver repetir el ensayo. Es un huayno Cajamarquino y creo que a nadie parece interesarle, esta mal grabado y a nadie parece molestarle, son solo 3 instrumentos que se repiten y nadie parece notarlo.

Se picotean los hombros, señalan con la cabeza, se acomodan la entrepierna y dicen “viste”. Se cruzan de brazos, se hacen los metódicos, los críticos, los observadores y solo por instantes hacen mutis por la felicidad, de ver tanta cadera redonda dar giros sobre sus hormonas.

El profesor que las dirige, no tuvo mejor idea que hacerlo en estas horas, en que los noctámbulos, futbolistas, maratonistas, pandilleros, adictos psicotrópicos, almas en pena y perros abandonados de por vida, que se empiezan a conglomerar, a converger, a conspirar con la tranquilidad de la noche, repartidos por la plaza con sus herramientas.

Sonó un crack y se acabo el cassette y con él, el fin para los antropofágicos oculares. Se juntan, forman un círculo y ya no interesa porque sus madres las rodean haciendo una cofradía; se acabó, se logra escuchar las indicaciones del profesor y no interesa. Se ponen de pie se sacuden las plumas, se agitan, se estiran, la pelota de futbol cae y se infla en sus mentes y la tocan, con el empeine, con el taco, la pisan y ahora la aman, la adoran.

Terminan de irse y ahora si, saltan todos como grillos, estiran las piernas, se atan bien las zapatillas, y se forman los equipos haciendo un triangular, “gol sale” dice el capitán de uno de los equipos y todos asienten en coro. Los arcos ya están armados: es el espacio entre una banca de madera con base de acero y una escalera que es entrada y salida a esta plaza, que tienen aproximadamente metro y medio de distancia.

Piedra, papel o tijera, y parece volar, que de un soberano patadón le dieron por las ancas; no hay arbitro, pero no se vale el machete y se pude utilizar en caso de cualquier intento de tala indiscriminada, no hay limite; “oe desde aquí ya salió” dice el capitán del otro equipo, señalando un línea casi invisible, casi imaginario, pero que todos saben en donde está.

Seguimos sentados y decidimos quedarnos un rato mas así.

En una de las bancas que queda frente a la entrada principal de la municipalidad se conglomeraron los “pandis”, así les dicen ahora. Son cinco “pandis” y una botella de plástico no retornable. Bebida de procedencia dudosa, de contenido macabro o quizás la mezcla que provoca tener algo de sencillo. “Kerosene con azúcar” se escucha y todos ríen a mandíbula batiente, “una chata y su gaseosol” se escucha a otro decir con la voz mas grave como imitando a alguien. Me pregunto de que conversaran, trato de afinar mi oído, me concentro y llegue a escuchar una mentada de madre, otra lisura mas, muchos golpes y patadas voladoras todos onomatopéyicos.

La noche había avanzado lo suficiente y el cuarto menguante ya había desaparecido, ya son las tres y treinta de la mañana y todo sereno.

Había oído hablar de el, pero no sabia como era. “Roba plantas y las vende para comprarse un bate”, “siempre pasa a estas horas” me responden, “para medio cochino y apesta a esa huevada nomas”. Ya recuerdo. Me había cruzado con el antes. Es un tipo que tiene el cabello castaño claro y ensortijado, estatura promedio, es delgado, ojos claros y ropa sencilla; ese día que me lo cruce, no olía a nada extraño o del que le pudiera envidiar. Lo recuerdo tan bien, porque no a todas las personas les puede provocar una enorme felicidad cargar una planta en una bolsa negra, ahora entiendo por qué. Lucrar con la Pacha Mama para luego fumársela entera y sin pepas.

“El arborícola”, así lo llaman y vive de las plantas, ese es su trabajo; rumores así llegaron a mi algunos meses atrás cuando, inefablemente ciertas desapariciones dejaban inciertos a los vecinos. Parecían arrancados de cuajo y escarbados con mano impía, rastros de tierra húmeda por las veredas; sin pesquisas y sin jueces, ya se sabía quien era el culpable; había atacado de nuevo y en la madrugada, siempre de madrugada. Sin parentesco alguno con “El ladrón de orquídeas” de Spike Jonze, porque “el arborícola” no busca preservarlas, el las ama, las cuida, las protege y luego las vende o hace un trueque justo, para satisfacer el vicio, que se ha comido por completo a este hombre que profesa la botánica delictiva. Se detiene en la esquina de la plaza, se ve como sacude sus manos y luego como coge su chompa para limpiarse el sudor, hecha una mirada por sobre el hombro, recoge la planta y sigue el camino hacia arriba, siempre arriba, hasta el comprador que lo espera.

“Se le puede hacer pedidos y te las consigue, mi pata le pidió una plata de papaya para su vieja y se la trajo” se ríe y culmina, “de donde mierda la habrá sacado”.

3ER CAPITULO – La Huida

Mi amigo participo de uno que otro partido. Hubo machetes, huachas, pernos y tarugos. Somos la banca de suplentes de estos equipos; venia el capitán y preguntaba al azar “tienes para tu apuesta” y se iban discriminando uno a uno a si mismos; no entiendo, no es la primera vez que juegan de madrugada y es un hecho de que están enterados, de que se juega con apuesta y “cazada” o es que les gusta la exclusión social ?.

Me jodía de frio y no literalmente, sino, realmente me jodía de frio, así que decidí irme de vueltas para calentarme. El estiramiento me provoca dolores por el muslo y en la parte opuesta de la rodilla, doy un par de brincos, busco un inicio y empiezo lento. Ya en mi segunda vuelta logro ver a una corredora, tiene el cabello largo como me gusta, es delgada como me gusta, así que decidí aumentar mi velocidad y proponerme un objetivo: preguntarle el nombre. Estoy corriendo a su altura y le pregunto sin perder el camino de vista: el camino de subida, “¿siempre corres a esta hora?”, no me responde, así que decidí hacerle otra pregunta luego de unos minutos, sin perder de vista el camino por los baches de la vereda “¿vives por acá?”, no me respondió, decidí cambiar de velocidad y dejar que me lleve la delantera, la chica se detiene como a dos metros de mi, voltea y me dice “me estabas llamando”, “no”, le dije, se puso los audífonos y siguió corriendo.

Ya había más gente corriendo, la mañana ya estaba sobre nosotros. Fui a buscar a mi amigo, ganó cuatro soles porque se jugó dos partidos. “Vámonos, tengo clases dentro de una hora mas o menos” le dije. En el camino pasamos por el mercado, que ya empezaba a alterarse muy temprano con los camiones repletos de sacos de papas, cebollas y zapallos enormes; un señor con una libretita en la mano tomando apuntes de lo que salía, los cargadores esperando su turno para someter a sus espaldas y gritando “!permiso!, ¡permiso!”.

No hablamos mucho por el camino, tenia sueño y estaba cansado. Conversamos tajantemente, acordando para otro día correr de verdad, asentí con la cabeza porque no estaba del todo convencido de que lo volvería a hacer. El cielo ya termino de levantarse, no hay sol como otras mañanas que se le ocurre aparecer, hoy si podre ir abrigado como corresponde, ahora le voy a dar dos horas de sueño a mis ojos. La actividad deportista es el alimento de una vida sana, no creo que sea cierto.

domingo, 27 de junio de 2010

SEMBLANZA A CINTHYA ZAPATA BARRANTES


Cuando le indicaron que tendría que presentar la semblanza de Cinthya (Cintia/Cinthia/Cynthia) Zapata Barrantes de quien conoce poco o nada se le ocurrió que para empezar resolvería su nombre, cuyo significado es para ciertos autores el apodo de una diosa griega de la luna y la caza que vive en la colina de Kynthos y que para otros románticos es la amante del poeta Sexto Propercio, (poeta lírico latino) cuyo nombre real es Hostia, mujer bella e inteligente que también escribía versos. En fin.

Cinthya para él inspira, como muy pocas personas, inteligencia y confianza a primera vista. Algo debió de suceder aquel 15 de diciembre de 1992 en donde la luz vio tamaños ojos verdes que en ese momento no se confirmaron, pero que ahora se les da la afirmación de que color mas limpio solo la naturaleza, entonces el buscó en las efemérides para tener mas referencias y se dio con la maravilla de que en alguna parte de Quivilca, la de Vallejo, llovieron buganvilias y jacarandas todas moradas y tostadas por la primavera de diciembre de aquella quincena que pocos recuerdan. Aunque creo que le hubiesen gustado girasoles, asumo esto por la foto que encontré publicada en uno de esos medios donde conglomeran las redes sociales, aparece con una sonrisa a media felicidad y el cabello mas limpio y suave que se puede interpretar de una foto, muy mal tomada por cierto pues no se aprovecha el beneficio del color del día.

Gracias a Luis Zapata Rodríguez y ha Martha Barrantes Mejía provenientes de Piura y Cajamarca respectivamente, que como muchas familias y como la de él, vinieron a buscar esa prosperidad limeña, se conocieron se amaron y se casaron y de tan virtuoso acto tuvieron 4 hijos. Cinthya es la última de los hermanos.

Cinthya tuvo sus primeros años escolares en el colegio inicial “Roberto Mac Lean” y ya desde los 4 años demostraría diferentes habilidades histriónicas como la de danzar y la de recitar para las presentaciones que ameritan las fechas cívicas, este tipo de actividades marcarían de cuajo la personalidad de una mujer responsable, comprometida y dedicada al mundo de los escenarios escolares.

En la época primorosa de la primaria escolar desde el año 1999 hasta el 2004 en el colegio “P.M.N.P. 3007”, Cinthya más que nunca histriónica demostraría con total desparpajo que no hay otra igual para los reflectores que proveen los días soleados, presentándose en cuanto recital disponible o concurso se trate, tomando las riendas de cualquier tipo de danza para hacer de ella misma una picaflor que va de canción en canción.

Las mujeres: las más amadas e independientes, crearon un colegio sólo para mujeres, el “Mercedes Cabello de Carbonera”; de quien se dice que fue escritora, periodista y feminista. En esta ex­-iglesia en los años de la república, que estaría marcada por una serie de gobiernos militares y civiles; sus claustros, salas y celdas sirvieron como cárcel para mujeres, pero eso no le importaría. Cinthya cursó la secundaria en este recinto ubicado en el Centro de Lima, en el distrito de Barrios Altos en donde por los años 2005 hasta el 2009 quedarían marcados los lazos puros e intangibles de la camaradería, “la mejor de las mejores amigas” con quien compartió esa afección por las danzas, ya conocida desde las primeras cuerdas místicas que a falta de chamanes para el trance, seria verla dar giros por el arcoíris de sus faldas y lentejuelas chaposas.

La mejor de las mejores amigas para el arte paciente del corte y la confección y modelos de las mismas. La música que muy pocos comparten y muy pocos la hacen, ha sido manifestada en los metálicos rectángulos sonoros del xilofón y en el cuerpo plástico de las nuevas flautas que aprendió por convicción. Fue la virgen María para la obra teatral “El nacimiento de Jesús” para el que, con paciencia y dedicación logró ser seleccionada.

En el último año escolar, la promoción de alumnas viajo al Cuzco conocida por algunos como la “Roma de América”, es sabido que es imposible no quedarse parado y no terminar de observar todo, ha él sólo le queda imaginar a través de las fotos como es sentir el olor de esa parte de la sierra porque el olor que si reconoce es el de Huaraz al que ha ido incontables veces lo cual no importa porque no es su semblanza.

Acabó el año escolar y las despedidas mas explicitas no son de esperarse, los recuerdos mas inefables, los abrazos y los buenos deseos son siempre buenos vengan de donde vengan.

Ahora ya tiene 17 años, 17 girasoles, 17 amarillitos, amarillando flores de retama. Postulo a la universidad del hombre que nunca perdió su identidad en "la ciudad de las luces" y que hasta el día de hoy recuerda a su dulce Rita de junco y capulí. La carrera profesional Ciencias de la Comunicación será participe de la ultima etapa de su formación, la profesión donde el pánico escénico no tiene presentación ni ponencia, en donde el que no sabe callar es porque nunca aprendió a escuchar y en donde la mejor manera de resolver una duda es preguntando al profesor. Que bonita carrera escogieron y que interesante manera de conocerse.

Ya sea una diosa griega, una romántica amante de poetas, una danzarina escolar o una estudiante de Ciencias de la Comunicación, no dejara de ser la misma flaquita, simpática, sencilla, de ojos verdes y que sobre todo, no dejara de ser tan humilde como cuando él le pregunto a través de un correo electrónico que de que color son sus ojos y ella le responde “Iván, esta pregunta no se como responderte, ya que algunas personas me dicen que son de color verdes y otros dicen de color marrones claros.”

SU MARTES (PERCEPCION DIURNA)


Inevitable; justamente hoy tenia que salir el sol, igual que ayer, antes de ayer y los días pasados. En donde estarás Otoño y tus esqueléticos adornos fusilados por el viento, que dejan caer millones de casquillos por los suelos todos de un color verde triste y se te extraña y ahora más se te reclama. El salón ya estaba completo pero faltaban algunas voces y algunos otros que conocí por haber cruzado con ellos alguna mirada coqueta, graciosa o maliciosa. Los asientos de atrás siempre se quedan vacíos pero hoy no, hoy ha sucedido algo y hay menos espacio, aquí esta aconteciendo algo; llegue casi puntual, casi tarde y tome asiento en la más disponible. Gonzalo, el profesor, quien dijo que lo podemos llamar así, esta apunto de empezar la clase y tengo que estar atento.

Iván era la tercera persona que llega tarde y que interrumpe la clase, se va al final del salón buscando un lugar y sigue quitando la atención, musita apenas una lisura, me mira y me saluda, le digo que tiene ir al 606 ha traer carpetas porque ya no hay, deja su mochila en el suelo y quiere salir por la puerta de atrás, hace bulla y distrae, algunos lo miran y al no poder abrirla tiene que cruzar nuevamente el salón, ya perdimos el camino que señalaba Gonzalo en su clase; se nota a Iván avergonzado: tiene la mirada pegada al suelo, casi realmente pegada al suelo y algo jorobado, le indica algo al profesor apenas y se retira. Su reflejo al cruzar se pronuncia por las lunas de la puerta de atrás, creo que dijo puta madre he hizo un movimiento con los brazos, es fácil identificar una lisura en estos tiempos además hasta para insultar hay que ser inteligente y discreto.

Su mochila esta parchada y por algunos lados rota, parece provenir de alguna pelea encarnizada con algunos millones de tipos todos armados con espadas y el defendiéndose con su mochila; parece que trae consigo muchas cosas, en realidad los cuadernos nunca ocuparon tanto espacio, tenia ganas de abrir no solo esa mochila, si no todas las mochilas y ver que cosas traen, yo no traigo mucho pero que mas da, a quien le puede interesar si traigo un arma o no. El profesor sigue explicando acerca del trabajo anterior pero yo he perdido la ilación de su clase en estos momentos.

El profesor hace un gesto con la mano invitando a pasar, que como otras veces ha vuelto a llegar tarde pero ahora trae su carpeta. Iván deja la carpeta adelante y ahora viene: con las mismas zapatillas negras con blanco, el pantalón clásico ceñido por no decir pegado al cuerpo y una sudadera verde con una camisa a cuadros encima; agarra su mochila y hay va otra vez con ella, distrayendo, toma asiento, apoya la quijada sobre la palma de la mano y que esta a su vez, apoya el codo sobre la carpeta.

El profesor retoma su clase concienzuda, y todo nuevamente adquiere un orden tácito y falso porque aun se perciben susurros y mensajes secretos muy mal redactados por cierto, ya me tocara recibir alguno de esos mensajes y bajo la palmada los hombros mozos y al borde de una mirada, un gesto cómplice. Gonzalo da unas indicaciones para la otra parte de la clase y nos da la orden de que nos podemos retirar al refrigerio. Iván se le acerca, le hace una pregunta, mueve las manos y se retira. Pierdo su ubicación entre mochilas y cabezas, todas las cabezas se dispersan y se forma un barullo tremendo en los pasillos de este sexto piso, chicos y chicas de todas las edades, bajos y altos, flacos y gordos pero todos tenemos algo importante, algo distinto, algo que ahora no me importa.

El ascensor esta lleno, tomo las escaleras hay mucha gente que baja y sube a la vez, a mi lado esta Iván, me dice que llegó tarde y que por poco y no viene; no creo que se halla percatado pero todos nos dimos cuenta de que llego tarde, no le contesto solo lo miro y asiento con la cabeza y hago una sonrisa media forzada para confirmar que lo estoy escuchando, en verdad no quería conversar con nadie pero no importa, se queda callado y no porque quisiera, las escaleras se empiezan a llenar y no se puede conversar o mejor dicho el no puede seguir conversando.

En el primer piso mientras caminamos, me dice que las motos son un mal necesario te cobran lo que a su irrazonable criterio le venga en gana, y me comento de una señora, que no era señora si no señorita y una muy bonita y que no era físicamente inteligente, aunque no lo pudo probar y que al final no le intereso porque se le hacia tarde, además que no iba hacer nada por no saber que decir en ese tipo de situaciones.

Mi mama se ha molestado me dice. Tomar un vaso de lo que sea no toma mucho tiempo, es solo cuestión de segundos, que no se descuide porque el desayuno es la piedra angular de toda buena alimentación, el almuerzo las columnas de estos cimentos y la cena el descanso para el conocimiento.

Da un bostezo profuso que trata de mitigar con la palma de la mano, más que para apaciguar es para taparlo, no es agradable ver como abres la boca y muestras como se te ven los dientes, no es agradable ni ético.

Tiene puesto una ropa que en verdad no combina yo creo que no tiene interés en verse bien: zapatillas negras con el borde blanco, un jean negro, una camisa a cuadros color roja o algo así y dentro un polo verde. Los especialistas en el buen vestir dicen que por lo menos se debe de llevar 3 colores como máximo, le digo. El se mira, se ríe y me dice “a mi no me ha importado como me veo, al final lo que aprenden los demás es como pienso y eso es lo que más me interesa”. “Sí, tienes razón”, le respondo “al final lo que prevalece son las ideas”. Y se vuelve a reír.

Todo el mundo se toma en serio su refrigerio, tanto así que es imperdonable el que no se les deje salir, me comenta, me gustaría que algún día, algún profesor y Gonzalo digan “hoy no habrá refrigerio”, pero tanto los estudiantes como los profesores necesitan un tiempo, yo creo que es mucho pedir le respondo.

Son dos mototaxis a las que tiene que subir para llegar a su casa, luego al trabajo y en la noche ha hacer algo de tarea; “a mi me parece loable eso de trabajar y estudiar”, le digo. “A mi no, yo creo que cualquiera lo puede hacer, no somos diferentes”. “En mi caso”, me dice, “yo solamente lo hago y no planeo mucho lo que quiero hacer, si quiero hacer mis tareas hasta tarde las hago a pesar de que al día siguiente me tenga que levantar temprano y ese ritmo me gusta, no se, solo me dejo llevar”. “Es como una canción sin letra, porque en este caso tú le pones el ritmo de que como quieres que sucedan las cosas, y la letra es lo que vas haciendo durante el día o lo que empiezas a hacer”, y luego termina riéndose y yo no se, si es de lo que dice, pero me deja pensado, parece mentira encontrar ese tipo de expresiones, pero al fin y al cabo me da igual porque yo no trabajo.

No me había dado cuenta pero el sol ya esta sobre nosotros y nos traga. Enormes lentes negros son la onda retro de los 60´s y todos parecen tener la misma cara sumergida en esos oscuros ventanales. Parece ser que el Otoño no sabe cuando llegar; “hoy casi salgo de caso con una chompa puesta”, me dice, “ya sabia que era mentira todo esto desde que me levante, pero en el momento menos esperado y como de explosión nos sorprenderá una lluvia apenas y obligada a caer sobre nuestras calientes cabezas”. Levanta la cabeza y sus ojos, como los míos, como los de cualquiera no soportan tremendo ataque luminoso. “Me encanta como decoran los humores que botan las fábricas que nos rodean, los tornillos de polvo frente a nuestros ojos, las sonatas de los cláxones que pululan por cualquier extremo y el delicado romance que tienen los amigos para bromearse”, y vuelve a reír.

“Mañana también pienso llegar tarde, me dice, pero espero levantarme temprano como cada día que deseo levantarme temprano, pero se que hoy me acostaré tarde porque siempre lo hago, y me es inevitable no querer dormir, pero pienso que tengo terminar lo que hago y me detengo y ya no tengo sueño”. Se levanta y me dice que el profesor esta cerca y lo señala para que me de cuenta y que no es una broma. “Vámonos”, me dice.

“No vienes”, me mira esperando una respuesta, “¡no vienes!”, me vuelve a decir buenamente y desde lejos, no le hago caso, y le digo que ya vengo, no se porque pero creo que se dio cuenta, no fui predecible, pero sigo sin entender; porque me fui y ya no regrese y el solo me atino a decir !te veo mañana, puntual!.

MI MARTES (RUTINA DIURNA)


“Tienes que levantarte”, me dice mientras me despierto, “¡levántate!”, escucho que grita y que retumba en mis oídos, “¡ya es tarde!”, me vuelven a decir a la cabeza con esa canción que solo mi mamita linda sabe entonar, levántate me grita desde afuera, ya me levante respondo, pero es mentira; sigo acostado boca abajo y busco el celular tanteando por las almohadas; !te encontré¡ y te odio por no haberme despertado, miro a la pared y el reloj con sus manitas lánguidas que no dejan de señalarme. Son las 7:00am. Lisuras me salen, me pongo las sandalias, me tomo el tiempo y prendo la radio, agarro la toalla, y mi hermano me mira y sonríe mientras cierra la puerta del baño, más lisuras, entro a mi habitación y espero. A mí y a mi cuerpo no nos gusta utilizar el baño de este segundo piso porque no tiene agua caliente. Espero. La radio transmite para mi suerte una vieja canción de las Piedras Rodantes "let's spend the night together", no me queda otra que cantar; bajo las escaleras y me paro frente a la puerta del baño, sigo esperando. Apúrate le digo a mi hermano; mi mamita linda sale de su cuarto, te estoy llamando desde hace rato no escuchas; buenos días mamita y le beso la frente; mi hermano sale, me meto lo mas rápido y salgo lo mas rápido, bueno no tan rápido, pero así de rápido me baño tratando de no obviar detalles.

Salgo con la toalla a la cintura, subo las escaleras y planeo que ropa me voy a poner, que por lo general es lo primero que encuentro: el jean de las mil batallas, las zapatillas viejas y una sudadera. A veces trato de combinar lo que me pongo pero me parece una perdida de tiempo.

Bajé las escaleras, y en la mesa un vaso me espera, un vaso de yogurt, mi desayuno para este tiempo que pierdo, menos mal que es una batalla que estoy perdiendo y no la guerra. Mi mamá se me acerca y me dice tómatelo que estas flaco, te vas a enfermar. Mamita linda yo ya sé lo que quieres decir y tu sabes lo que yo quiero decir, aquí no hay más palabras que las que no se dicen y que sólo sabemos tu y yo cuando no las decimos. Mamita linda de tus palabras todo, hasta las mal pronunciadas. Mamita linda no puedo, se me hace tarde; se sentó en una silla cerca a la mesa y me mira frunciendo el ceño, le beso la frente y chao mamá; llego mas tarde para almorzar. Para esta puerta cuantas lisuras tengo que pronunciar para que se arregle y se pueda cerrar bien, portazo fuerte, portazo y portentoso, por poco y la luna se revienta en infinitas esquirlas brillantes.

Nublado y lo que vendría a vaticinar un buen día, me inspira; al fin este escándalo de calor con cara de palo se terminó y sería propicio que sople un poco por acá y unas gotas apenas por acá también. Cielo gris, cielo sucio, el cielo Londinense no se compara a esta tristeza de ver morir cada mañana a este burro que se queda patas arriba sobre nuestras cabezas.

La moto se detiene, “hasta la avenida”, una cuadra después sube una señora y luego un escolar, la moto se detiene a medio camino y se baja el niño, el mototaxista busca y rebusca y ya no sabe por donde mas buscar algo de sencillo para el bendito niño que se le ocurre pagar con una moneda que cuadriplica el valor normal de este pasaje, tranquilo Iván, roguemos por la impuntualidad del profesor y por las avenidas con su asfalto mal terminado, por las maromas de nuestros hermanos sacrificados que cruzan sin antes haber visto y porque a esta moto le salgan alas y me lleve volando. La señora se baja junto conmigo y al educado mototaxista se le ocurre cobrarle primero a ella. La señora que abre el bolso, que juega haciendo sonar los embases de plástico de sus cosméticos, ¿y la billetera señora? ¿ y las monedas donde las mete?, ¡señora!, ¡rápido!; pagó moneda por moneda, ¡moneda por moneda! y yo queriendo que la tierra me trague y luego me escupa para con ese impulso llegar a la universidad puntual.

Dos cuadras a la derecha y en el medio de éstas el puente que por ahorrar tiempo no pienso utilizar, o que por querer ahorrarme pensamientos que me permitan reflexionar cruzo la avenida sin antes pensar en mi seguridad. Error garrafal que cometieron muchos estúpidos por querer ser más rápidos que la velocidad automotriz. Preferí ser estúpido y cruce con alevosía y premeditación, acompañado por otros estúpidos que sólo siguen al más sacrificado.

Otra moto; una señora y un niño sentado sobre sus piernas por el flanco derecho y un escolar con galones marciales sobre sus hombros púberes por el flanco izquierdo y yo totalmente al descubierto: no tenía trinchera, ni camuflaje, ni balas de salva siquiera, ni casco, ni escopeta de pólvora o de agua, solo mi mochila vieja y parchada. Estamos perdiendo acorazado Potemkin no podemos con esta revolución. La suerte no existe pero llegamos sin habernos detenido en el camino, llegué sin desearles insultos mentales, pero me cobro segundo el muy gaznápiro y con mayor razón porque la señora no era tan señora: cabello suelto húmeda, ojos claros, limpios y pálidos, delgada y un poco alta, y el traje le queda muy ceñido y perfecto, deja muy en claro sus atributos naturales; perdóname pero ésta vez no me va a importar quien diablos eres o de donde has salido.

Vámonos piernas que podemos llegar. Literalmente corro, pero lo que mejor se hacer es dar pasos largos; pronuncio algo entre labios que no recuerdo, imagino que han de ser mas lisuras. Saco mi billetera, le enseño el carnet de estudiante. Me gusta este camino de rectángulos muy bien ubicados; mi reflejo en las lunas de un salón y siento como me desespero cada vez que estoy cerca.

El ascensor: formarme en la cola o no, ese es el dilema. Un, dos, tres, hasta el sexto piso y no es por nada pero siempre veo a la misma gente haciendo la misma cola, juraría, a la misma hora y en las veces que he llegado temprano también. Siempre elegí las escaleras porque mantienen en movimiento mi sangre, puedo ver más y llego más rápido.

Al fin y la puerta está cerrada. Gonzalo, el profesor, quien nos indico que se le puede llamar así para las confianzas y la buenaventura del salón de clases y a quien nadie ha intentado tutear y es más creo porque no se acuerdan. Es comprensible el profesor y sé que me dejará entrar.

La manija de la puerta gira, el viento de este sexto piso que me empuja, esa extraña luz que me da el encuentro, luz que me ciega a pesar de estar afuera. Miro a todos como si me conocieran, entonces que me doy cuenta que no hay una maldita carpeta, ¿porque?, ¿esto es aceptable en una universidad particular que se caracteriza por dar otro tipo de atención a estudiantes que pagan por su educación?, si la clase pasada hasta juraría que sobraban asientos. No me agrada cruzar el salón y llegar a los últimos asientos y no encontrar alguno, puta mare digo en voz baja, saludo al único que conozco y me dice que tengo que ir al salón 606 ha traer carpetas por no hay; dejo mi mochila en el suelo, intento salir por la puerta de atrás y esta puerta que sí funciona esta cerrada y bien cerrada, intento no desesperarme y vuelvo a cruzar todo el salón, le digo al profesor con un poco de torpeza que voy a traer una carpeta, salgo y no puedo más y lo digo un poco más claro, puta madre, y no dejo de repetirlo ¿y ahora adonde?, ¿que puerta toco?, aproveché y me fui al baño para mojarme, ahora que estoy menos caluroso por la maratónica subida que di por las escaleras buscare una solución en la dirección de la escuela, salgo del baño y logro ver a una de las secretarias de la escuela; pues no me imaginaba estar mendigando de salón en salón “una carpetita por favor”, ¡señorita, disculpe! y se vuelve a mi y le digo que no tengo carpeta “sí, ya se” me dice, me da la espalda y la sigo, mira en un salón y la intenta abrir pero no se puede, hace un movimiento con la mano por la ventana de la puerta llamando la atención y al profesor que da la clase le importa un bledo quien sea y no la mira, la señorita hace una mueca y balbucea, avanza y vamos a la siguiente puerta, me pregunto ¿quien se decidirá en comprar su atención?, en la siguiente puerta el profesor un tanto distraído la dejó sin seguro, me dice que la espere y entra, me imagino que le dice que sí le puede prestar una de las carpetas vacías, ahora se va para la puerta de atrás, abre y me dice llévate esta de acá, entonces, cargo mi silla por el pasillo situación que no me agrada hacer por que mi intención es llegar y encontrar al menos un asiento vacío; llego a la puerta de mi salón, el profesor me dice que pase, pongo la silla adelante y tengo que traer la mochila que deje atrás, así que otra vez a cruzar todo el salón, tomo la mochila, vuelvo a cruzar. Esta situación es incomoda porque se pierde la atención y el orden; me siento y un profundo suspiro me sale de entre los labios. Un al fin entre labios y un al fin mental y al fin la espalda.

Miro por la ventana que da a las fábricas que quedan a espaldas de la universidad, no he encontrado inspiración en este día y el sol ha terminado por salir otra vez desgraciado, otra vez mas amarillo que nunca y que se come todo y todo se ha perdido en su brasa. Se iluminan las cabezas de las fábricas y por su garganta las calderas hacen bocanadas de humo blanco, gris y marrón. Los vientos de este cono se meten por la ventana, por los ojos y la boca y son puntos brillantes provocados en este martes de abril, que por poco me engañan en este verano que empieza mentiroso y no se va. Otoño no tienes cuando llegar puntual. Otoño aquí en abril ya queremos empezar sin ti.

jueves, 24 de junio de 2010

MOTOTAXIS: UN MAL NECESARIO (REPORTAJE)


Dicen que caminante se hace camino al andar, que cuando te sientas cansado debes de tomar asiento y mirar a las palomas volar en este cono norte. Los cerros pueden ser verdes, profesa un pintoresco payaso en la jornada del FITECA, haciendo una maroma con piedras pequeñas y que, entre sus escaleras encontraras el corazón de un cerro dormido apunto de festejar, su fiesta patronal.

Lanchas para este asfalto lóbrego sin olas, sin surco, con orillas de tierra y que a veces nadie se atreve a enrumbar, calles incólumes de un solo sentido y sin alquitrán que nadie se atreve a ingresar. Para este medio intransitable, la necesidad creo las mototaxis.

Juan Seminario Mendoza maneja una mototaxi modelo VR - 200CC de segunda mano, la moto está adornada con estickers que condicionan al pasajero a llevarse su basura y a pagar con sencillo, una figura grosera y otra que menciona a dios como el copiloto que salva de lo imposible en la ruta de la vida. Juan vive en el distrito de Comas, tiene 21 años y un hijo de 3 años, convive con Diana desde que tiene 18 años pues apenas acabó el colegio cometió el error que a todo joven enamorado le sucede cuando el cariño es sincero y la falta de educación sexual no le preocupa; ella queda embarazada y no tuvieron más opción que empezar la vida familiar. Las pocas oportunidades que se le presentaron y la falta de apoyo familiar, lo llevaron a trabajar de cachuelo en cachuelo; junto lo que pudo y se compro una mototaxi de color azul.

Juan no pertenece a una asociación, “son muy argolleros y todo quieren cobrar y no me alcanza, prefiero quedarme así” nos dice, el pertenece al grupo de mototaxistas conocidos como “piratas”, que se dedican a recoger pasajeros tomando como terminal cualquier vereda o por donde el pasajero lo llame y que a veces por su condición de pirata tratan de convencer al imaginario pasajero para que se anime y no camine; se podría decir que son unos estudiosos del comportamiento pues ya sea por una mirada, un gesto con el brazo o el solo hecho de quedarse parado en una esquina, es una manifestación de que buscan quien lo lleve.

Son atacados eventualmente por los formales, que sí pertenecen a una asociación y ya ha tenido algún cruce de palabras altisonantes, esas riñas que suele tener hacen que no gane lo suficiente teniendo que buscar a los pasajeros con su setenta céntimos la subida y cincuenta céntimos la bajada, consiguiendo al día aproximadamente de 20 a 30 soles, “trabajo en un carpintería como ayudante, si no, no me alcanzaría”.

“Nos quitan pasajeros y ellos vienen como si nada, además la mayoría son rateros”, dice Miguel Vílchez quien pertenece a la Asociación de Transporte de Mototaxis “La amistad”, “la mayoría son chibolos que roban, se hacen pasar como pasajeros, te pescuecean y con cuchillo y no se puede hacer nada”, Miguel pertenece a esta asociación hace ya más de un tres años y medio, y ha visto como ha ido aumentado con el tiempo las mototaxis, “antes se sacaba bien, 40 o 50 soles, una vez me hice 70 soles, ahora ha bajado, se saca 25 a 30 soles más o menos, hay mucha competencia y muchos piratas” indica.

Desempleado desde los 30 años, pensó que tenía el trabajo seguro y lo más seguro fue que lo despidieran, luego de 6 años de laborar fielmente como tornero y fresador. Con su liquidación compro una mototaxi, ya que vio en ese transporte un ingreso inmediato para solucionar su falta de trabajo. Padre de 2 hijos en plena etapa escolar, no podía darse el lujo de buscar un nuevo empleo y que le pagaran igual o mejor; aposto por el modelo conocido como torito, modelo de mototaxi muy usado en la India y que la mayoría de empresas que exportan motos de este tipo, son de halla.

“Con lo que ganaba junte mi plata y puse una tienda en mi casa, mi esposa trabaja ahí”. Nos dice mientras mueve su moto para que la fila siga avanzando. Él es el tercero de esta formación de diez motos y que poco a poco se van formando otras más; uno tras otro hasta que le toque el turno. Algunos juegan a las cartas para entretenerse o se bromean socarronamente hasta el ridículo, a otro se le nota la cara de sueño y las manos sucias por las monedas, hacen bostezos largos y escandalosos estirando los brazos, otros se quedan callados y sentados en su posición de pilotos prestos a arrancar. Se logra ver sobre las partes de metal el corrosivo avance del oxido sobre el caparazón de los toritos.

“Estaba apurado, así que tome la primera moto que vino”, nos dice Giacomo Martínez, de 27 años, que vive en el distrito de Comas y que fue asaltado por un mototaxista. “Eran como las 7 de la noche, estaba en el paradero, no venia ninguna moto, de la nada se aparece una moto de color azul con blanco, había un chibolo con gorra que era el que manejaba y otro pata a su costado, subí a la moto, le dije que bajaba en Jr. Cañete, se detuvo una cuadra antes y ahí fue cuando me robaron; sacaron un cuchillo y me quitaron la mochila”. “Ahora solo tomo las motos de color rojo que están en el paradero”. Así como Giacomo, Roberto Huamán, estudiante universitario de 27 años nos cuenta su experiencia, “Estaba caminando por la Av. España escuchando música con mi mp3, como a las 9 de la noche, justo en el cruce de la Av. España con Jr. Alvarado, me cierra el pase una moto roja con blanca, salen 2 chiquillos, me tumbaron al piso y se llevaron mi mp3 y el celular”.

Joe Vicente es un taxista de 36 años. Aquella noche conducía desde Centro de Lima hacia Comas; la Av. Túpac Amaru tenía un tráfico moderado, al subir por la Av. Puno todo era tácito y no se predestinaba nada, "fue rápido, parecía una película de acción" dice, no fue grave pero es contundente para quien no lleva el cinturón de seguridad puesto; una mototaxi venia a gran velocidad y no se percató que por la pista no solo transitan ellos, "era una moto y el tipo traía un corte en la cabeza por haber chocado con el parabrisas, lo lleve al seguro, pero no tenia SOAT y no querían atenderlo, fuimos a la comisaria y le retuvieron la moto porque no tenia licencia", "no puse la denuncia era suficiente con la retención de la moto". El carro tiene una abolladura en la puerta lateral izquierda, es reparable" acota.

La inseguridad de su diseño, las tarifas indefinidas, conductores que en algunos casos son menores de edad que no tienen una licencia de conducir o no conocen la importancia de este, conductores altaneros y antihigiénicos, luces de neón y altoparlantes a todo volumen, provocan que cierta parte de la población no estén conformes con este transporte.

Son de fácil acceso a vías, que autos y micros no pueden llagar y que no llegan más rápido. La competencia desmesurada hacen de este servicio uno de los más solicitados como empleo, pues no se necesita de habilidades o cualidades para conducir una mototaxi, ni estudios previos, tampoco se les pide someterse a las normas de seguridad establecidas a pesar de la ley promulgada en el año 2006 que sanciona con papeletas de 170 soles (5% de una UIT) y mucho menos consideración con el seguro vehicular porque muchos de ellos no tienen un SOAT (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito) o un AFOCAT (Asociaciones de Fondos Regionales o Provinciales contra Accidentes de Tránsito) y su importancia, siendo un transporte que promueve la inseguridad, pues no hay entidad que los regule y que recae en la responsabilidad de la entidad municipal del distrito.

En los paraderos de la Av. Grau, Paradero Santa Rosa del distrito de Comas  entre otros visitados, para este reportaje, no existe señalización que especifique de que ese lugar está destinado como paradero autorizado para mototaxistas, entonces se asume de que ese lugar ha sido invadido, quiere decir que las asociaciones son sindicatos que defienden intereses y objetivos para el mototaxista y no regulan el orden y el servicio que ofrecen?

Actualmente solo en el Distrito de Comas existen 44 asociaciones y empresas de transportes en vehículos motorizados legalmente compuestos y con sus respectivos permisos vigentes, siendo un total de 3,207 vehículos mototaxis, sin considerar las unidades informales (piratas), los cuales según evaluaciones realizadas por la Sub-Gerencia de Transito y Transportes de la municipalidad de Comas, podrían igualar al 50% de las unidades formales.

Muchos de estos casos no solo acontecen en el distrito de Comas, otros distritos populosos como Carabayllo, San Juan de Lurigancho, Ate Vitarte y en algunas provincias se ven reflejados por la manifestación social de mototaxistas formales e informales y los que utilizan este transporte para delinquir, se hacen evidentes constamente sin ninguna ley que ampare el crecimiento desmedido de este transporte. Mal necesario o no, siempre están vigentes y siempre disponibles, pero vigentes al fin y al cabo, para llevarnos rápido, para presentarse en el camino que muchas veces no tiene asfalto, para ese camino se han inventado las mototaxis.

miércoles, 28 de abril de 2010

José Gabriel Condorcanqui

“Aquí no hay mas cómplices que tu y yo; tú por opresor, y yo por libertador, merecemos la muerte”.
Túpac Amaru.

Líder de la mayor rebelión indígena independiente en el Virreinato del Perú, durante el siglo XVIII. Primero en reclamar la libertad de toda América, decretó la abolición de la esclavitud de los “negros”, cacique por herencia y mestizo de nacimiento.

Túpac Amaru descendiente de Huayna Capac nació en Tinta, distrito de la provincia de Canchis, en el departamento del Cuzco un 19 de marzo de 1743. Dominó el quechua, el castellano y el latín y entre sus lecturas estaban los Comentarios Reales de los Incas del escritor mestizo, Inca Garcilaso de la Vega.

El 25 de mayo de 1758, se casa con Micaela Bastidas (quien diría durante la rebelión: "Por la libertad de mi pueblo he renunciado a todo. No veré florecer a mis hijos...") a la edad de 20 años; seis años después seria nombrado cacique de las tierras de Surimana, Tungasuca y Pampamarca que le corresponderían por herencia.

Su prestigio entre los indios y mestizos le permitió encabezar una rebelión contra las autoridades españolas del Perú en 1780; dicha rebelión (precedida por otras similares) estalló por el descontento de la población contra los tributos y prestaciones obligatorias de trabajo que imponían los españoles (mitas, obrajes, repartimientos y servicios) y contra los abusos de los corregidores.

El 4 de noviembre de 1780 en la localidad de Pluma, estalla la rebelión indígena liderada por Túpac Amaru II, nombre que utiliza en honor a su antepasado. Consiguió movilizar un gran ejército compuesto por hombres y mujeres armados con palos y hachas. Luego de haber ganado su primera batalla el 18 de noviembre de 1780, Túpac Amaru decide replegarse para que de alguna manera se facilite el dialogo con las autoridades españolas, sin embargo esto permitió que los españoles en el Cuzco organizaran la resistencia y tuvieran tiempo de recibir refuerzos provenientes de Lima, Arequipa y Huamanga. El día 8 de enero de 1781 es vencido y capturado Túpac Amaru II, tras las siguientes batallas son capturados los principales dirigentes de la rebelión.

Había sido torturado para obtener información acerca de sus compañeros de la rebelión pero solo obtuvieron gritos de libertad y de justicia. El 18 de mayo de 1871 en la plaza de armas del Cuzco, Túpac Amaru II fue obligado a presenciar la ejecución de su esposa, hijos y parientes, quienes fueron ahorcados y luego descuartizados.

Le cortaron la lengua y ataron sus extremidades a sendos caballos para descuartizarlo. Tiraron con fuerza, tiraron con maldad y vehemencia, tiraron y no pudieron y no porque el hombre es de hierro si no, porque la naturaleza es sabía y sabe cuando ya no puede. Quedo totalmente invalido. Y al no poderlo descuartizar con esta saña, se opto por decapitarlo y posteriormente despedazarlo.

Su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cuzco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Levitaca y Santa Rosa.

Los españoles no lograron mitigar la rebelión dirigida por su medio hermano, Diego Cristóbal Túpac Amaru y las posteriores rebeliones evocaban su nombre para tener el respaldo de las comunidades.

Tupa Amaru II es considerado un precursor de la independencia del Perú y su rebelión forma parte del inicio de la etapa emancipadora de la historia del Perú luego de ser casi tres siglos colonia española.


CANTO CORAL A TÚPAC AMARU, QUE ES LA LIBERTAD

Lo harán volar con dinamita.
En masa, lo cargarán, lo arrastrarán.
A golpes le llenarán de pólvora la boca.
Lo volarán: ¡y no podrán matarlo!

Lo pondrán de cabeza. Arrancarán sus deseos, sus dientes y sus gritos.
Lo patearán a toda furia. Luego lo sangrarán: ¡y no podrán matarlo!
Coronarán con sangre su cabeza:
Sus pómulos, con golpes. Y con clavos sus costillas. Le harán morder el polvo.
Lo golpearán: ¡y no podrán matarlo!

Le sacarán los sueños y los ojos.
Querrán descuartizarlo grito a grito.
Lo escupirán. Y a golpe de matanza, lo clavarán: ¡y no podrán matarlo!
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.
Querrán descuartizarlo, triturarlo, mancharlo, pisotearlo, desalmarlo.
Querrán volarlo y no podrán volarlo.
Querrán romperlo y no podrán romperlo.
Querrán matarlo y no podrán matarlo.

Al tercer día de los sufrimientos, cuando se crea todo consumado, gritando: ¡libertad!
Sobre la tierra, ha de volver.

Y no podrán matarlo.

Alejandro Romualdo Valle

viernes, 9 de abril de 2010

Diferencia entre Comunicación e Información

Al ingresar a este Blog estas adquiriendo mensajes de un medio informativo (el internet), entonces estas aumentando tus conocimientos, por lo tanto podríamos llamar a esta "seudo- interaccion" una comunicación informativa unidireccional. Comunicacion porque hay una transmisión de información a través del idioma español como código, informativa por el mensaje y unidireccional porque no habrá respuesta, porque no hay un receptor (feedback).

De lo anterior decimos que, para que exista comunicación (propiamente dicha) tienen que cumplirse los elementos que conforman la comunicación (emisor, canal, código, mensaje y receptor) la que conceptualmente se conoce como la interacción social entre dos o mas personas, por lo tanto es muy importante la retroalimentación (o respuesta del receptor) para que se cumpla la función de sus elementos, siendo el mensaje la información que se está transmitiendo y por la cual existe interacción, es por eso que decimos que la información está dentro de la comunicación. La información se complementa a la comunicación para que ésta no pierda su objetivo.

No obstante la información o mensaje que se transmite pierde relevancia o interés, si no se es recepcionada, lo cual no indica que pierda su contenido informativo, pero que no le permitiría cumplir su función: motivar, separar, condicionar, convencer, etc. La información tiene por objetivo manifestar el conocimiento y pensamiento humano, lo que nos diferencia de otros seres vivos porque hemos podido crear una serie de códigos para poder manifestarlos. Sin comunicación no hay información y sin información no hay comunicación.

Esta compatibilidad o inclusión, es diferenciada por el elemento receptor (feedback) el cual hace su presencia importante para que se cumplan las funciones de la comunicación, pues sin receptor sólo se está realizando una comunicacion informativa como la que está sucediendo ahora.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

http://www.degerencia.com/articulo/diferencia_entre_comunicacion_e_informacion

http://dialogogenia.blogspot.com/2008/01/clase-1.html

GARRIDO, Joaquin. Elementos de Analisis Linguistico. Editorial Fundamentos. Caracas, 15.28010.SBN: 84-245-0577-8. 1ª ed. edición (11/1991).

LIRIAS, Gonzalo. Lenguaje. Editorial Programa Especial de profesionalizacion de Ciencias Administrativas Facultad de Ciencias Administrativas.
Código de la Biblioteca Nacional
410.071
L72
Ej.2